ARTÍCULO: La acidosis láctica en las diferentes fases de una carrera de orientación

 

El alemán Uwe Dresel estudió en 1985 cómo se comportaba el ácido láctico en una carrera de orientación. Para ello extrajo muestras de sangre al final de varias partes de un campeonato alemán y dos pruebas celebradas para el estudio. Estas fases fueron: orientación fina, orientación somera, subida, bajada, terreno lento y meta. Tomando como referencia el umbral anaeróbico en 4 mm/l, observó que al final de la subida es cuando mayor ácido láctico se acumulaba, mientras que en las fases de orientación fina y sobre todo terreno lento (se entiende que es por la vegetación) la concentración de lactato bajaba por debajo del umbral. Concluye comentando que en orientación las diversas fases propias del deporte (como los cinco ejemplos que estudió) hacen que las concentraciones de ácido láctico no sean tan elevadas como en otros deportes de resistencia (carreras de larga distancia, esquí de fondo, ...) y que los corredores mejor entrenados consiguen evitar en muchas fases de la competición la acidosis láctica, o al menos recuperarse de la misma en determinados momentos.

 

Dresel demostró que en una competición de orientación el ácido láctico tiene fases de ascenso y descenso, mientras que en otros deportes de resistencia los niveles son casi siempre altos o muy altos. Esto puede explicar por qué se pueden afrontar varias competiciones seguidas a muy alto nivel. No obstante, hay que tener en cuenta que la orientación de hace más de treinta años difiere bastante de la de hoy en día (atletas mejor preparados, cartografía más precisa, mayor competitividad,...), lo que hace creer que los umbrales de hoy siempre serán más altos que antiguamente.