Gestionando las carreras de orientación

 

En una carrera de orientación se pueden dar muchas circunstancias, deseadas unas veces y no deseadas otras. En principio es relativamente sencillo qué hacer una vez se está entrenado para la misma desde el punto de vista técnico, físico y psicológico. Lo más importante será, de acuerdo con la mayoría de autores que han analizado el proceso de carrera, realizar una correcta lectura continua de mapa y aplicar la mayor velocidad posible en el terreno. Sin embargo, y debido a que estamos ante un deporte muy abierto a factores no conocidos (terreno, cartografía, presión, otros corredores, …), la tarea explicada como proceso de carrera puede verse influida y que surjan contratiempos que nos pueden llevar a tener dudas y errores.

 

Preparación de la carrera

 

Si empezamos a analizar una carrera de orientación cronológicamente, lo primero será prepararse adecuadamente para ella. La preparación física, técnica y psicológica es fundamental, por lo que los entrenamientos tienen que tener en cuenta estos tres aspectos inevitablemente. A grandes rasgos, podemos decir que la preparación física es básica. Cuanto mejor esté el corredor físicamente mejor podrá rendir en competición, pero sin combinar este factor con los otros dos, el resultado no será nunca el deseado. La preparación física se puede realizar de forma específica o combinada con la preparación técnica y/o psicológica. ¿Con qué frecuencia deberíamos entrenar con mapa las técnicas necesarias para ser eficientes? Pues dependerá de las posibilidades y de la tolerancia de carga de cada deportista. Hay deportistas que pueden prácticamente entrenar a diario con mapa y combinar aspectos físicos y técnicos (siempre que tengan facilidades para ello) y otros que no son capaces de tolerar el trabajo con mapa durante periodos de tiempo prolongados. Michel Gueorgiou, padre del catorce veces campeón del mundo Thierry Gueorgiou, creó un método en los años 90 mediante el cual los orientadores del centro de alto rendimiento de St. Ettiene podían entrenar con mapa sin tener bosques cercanos (en muchos centros de países nórdicos sí se tienen mapas cerca). Los llamó entrenamientos simulados y consistían en entrenar técnicas de orientación con mapas de cualquier parte del mundo bajo el estrés de la carrera y la preparación física. En su libro “El ojo ganador” (2018) describe este método y todo lo llevado a cabo por aquella generación francesa, de donde salió el mejor orientador de todos los tiempos y otros grandes corredores, además del logro de que Francia se convirtiera en una gran potencia mundial de la orientación. Thierry “necesitaba” entrenar con mapa continuamente. En las numerosas veces que pudimos intercambiar entrenamientos con él en el CARD de Madrid, nos contaba que prácticamente la mayoría de sus rutinas se basaban en la lectura. Hasta en recuperaciones de lesiones en piscina hacía ejercicios de lectura.

Pero no todos los deportistas tienen la capacidad ni la posibilidad de entrenar tanto con lectura. ¿Cuánto entrenan actualmente los corredores de élite con mapa? En un interesante ESTUDIO Sirakov, I y Dimitrova S.B. (2018) entrevistaron a hombres y mujeres de élite mundial y sacaron tres conclusiones importantes a este respecto:

  • Para la mayoría, entre tres y siete entrenamientos técnicos al mes son importantes para mejorar las habilidades técnicas.

  • No creen que tengan que competir para mejorar aspectos técnicos. Los autores comentan que esto puede ser debido a que hacen numerosos training camps en lugares afines a las competiciones importantes y que sus ya avanzadas capacidades técnicas no mejorarían mucho en competiciones regulares.

  • El 68% piensa, si ninguna duda, que la condición física es indispensable para el rendimiento en una carrera de orientación y que su enfoque va principalmente a este aspecto en sus entrenamientos

 

Se puede deducir que los deportistas de élite muy experimentados piensan de esta manera, pero si esto lo trasladamos a deportistas jóvenes y más inexpertos, podrían cambiar los resultados de la misma encuesta. Afianzar las técnicas mediante entrenamientos adecuados es básico en los jóvenes y, por lo tanto, el componente técnico y experiencias en diversas competiciones y terrenos es fundamental para el crecimiento de cualquier deportista de edades tempranas.

 

Al hilo de esto último, se puede deducir que la experiencia se adquiere con competiciones de distinta importancia y en terrenos variados . El adecuado sometimiento al estrés competitivo es entrenable al igual que otros aspectos como el físico y el técnico. Sin embargo este sometimiento a la competición tiene que planificarse y evitar el exceso de las mismas, ya que pone a los corredores en una situación de estrés muy elevado. En este ESTUDIO se comprobaron cómo pueden influir bajo presión los niveles de dos indicadores hormonales que reflejan el estado de estrés (cortisol y cromogranina A) en una carrera de orientación. Se hizo con corredores y corredoras juniors (entre 15 y 20 años) y se comprobó cómo les afectaba la aparición de estos indicadores en las funciones cognitivas y el rendimiento bajo presión. En la primera prueba se comprobó que los niveles de atención, toma de decisión, memoria y atención visual se ven afectados negativamente a mayor cantidad de cortisol (y de manera más significativa en las partes difíciles de la prueba). En la segunda prueba, en terreno ya conocido y con menos presión, el rendimiento fue mejor en los aspectos citados y con menores niveles de los indicadores de estrés. Se podría decir que las competiciones bajo presión deben dosificarse adecuadamente a lo largo de una temporada, utilizando varias de ellas como competiciones control (y entrenar situaciones bajo presión) y conocer adecuadamente a cada deportista para conocer sus umbrales de tolerancia al estrés. Todo ello se traduce a individualizar las competiciones relevantes para los deportistas en función de su tolerancia física y psicológica a las competiciones.

 

Durante la carrera

 

Cuando ya estamos en el día de la carrera tendremos que empezar a gestionar todos los aspectos de la misma.

 

Calentamiento adecuado y preparación: establecer las rutinas de calentamiento trabajadas en los entrenamientos sin incorporar ninguna novedad. El calentamiento psicológico también es de gran importancia. Se debe reproducir igual que en los entrenamientos, focalizando la atención en las tareas a realizar.

 

Ya en la carrera hay que aplicar todo lo realizado en los entrenamientos. Es muy común y acertado decir que en los entrenamientos se sufre para mejorar y en la competición se disfruta reproduciendo lo mejorado en los entrenamientos. No es momento de probar cosas nuevas, sino de reproducir y disfrutar. Como se comentaba al principio del texto, todas las variables de la orientación hace que la reproducción sea más complicada que en un deporte “cerrado”, como puede ser la gimnasia deportiva, pero el método de llevar a cabo la carrera sí es el mismo. ¿Y cómo damos con nuestro método competitivo?. Si corremos de forma insegura y no practicamos en los entrenamientos ninguna progresión en este aspecto, podemos estar corriendo inseguros y sin método mucho tiempo.

Si corremos muy seguros pero no empleamos las herramientas necesarias para navegar más rápido, podemos ser lentos durante mucho tiempo. Entonces, ¿qué podemos tener en cuenta para mejorar?. Además de conocer y entrenar las técnicas necesarias y adecuadas a cada terreno, tenemos que llevar a cabo una gestión de velocidad, técnicas a emplear, emociones, pensamientos, …

 

Recordemos que lo más importante para una buena progresión tiene que ser primero el mapa y después el terreno:

 

LECTURA DE MAPA   -  DECISIÓN  -  TERRENO

 

En este proceso, el orientador debe ir confirmando checkpoints o puntos clave de navegación. Cuando lo hace, con el entrenamiento y la experiencia se va optando por la elección de los mejores y más relevantes (si es que existen). En ocasiones habrá falta de apoyos (como en un terreno llano o una ladera homogénea con poco detalle) y en otras ocasiones habrá un exceso de estos detalles y lo adecuado será elegir los más relevantes (simplificar eligiendo sólo los más importantes o visibles). En este sentido, el ARTÍCULO del suizo Martin Lerjen, M. (2007), basándose en una entrevista a Thierry Gueorgiou, es de obligada lectura y comprensión para entender cómo puede ser una gestión ideal de la lectura y ejecución. En dicha entrevista, Gueorgiou afirma que pasó de ser un orientador (en 2001) que sabía dónde estaba, a ser un orientador (en 2004) que sabía dónde iba a estar en los siguientes 100 metros.

  • El primer paso sería elegir bien los checkpoints (llamados beacons en el artículo) para hacer un tramo o navegación dada

  • El segundo paso sería poder fijarnos en un checkpoint que esté delante. Si me fijo en algo que ya he pasado, estoy virtualmente allí detrás. Si me fijo en donde estoy en ese momento no tengo la fluidez de hacia dónde seguir. Si el checkpoint está delante puedes desarrollar fluidez en tu carrera.

     

El continuo contacto con el mapa es imprescindible. La idea es: no por leer más eres más efectivo, sino leerlo de forma eficiente y sólo lo necesario. Si te desplazas de forma somera sin haber localizado checkpoints siguientes porque no puedes leer el mapa al ir, por ejemplo, en bajada, o terreno rocoso, o demasiado rápido, o con mucha vegetación, tendrás que leer dónde estás en el siguiente vistazo al mapa y eso te ralentizará. Es como si los objetos o checkpoints “te vinieran” en vez de ir tú a ellos. No los puedes usar eficazmente porque no estabas preparado para ellos. En ocasiones estos vistazos serán a la brújula (rumbo) si hay ausencia de elementos. Emplear tiempo en hacer la lectura necesaria para usar los checkpoints a encontrar más adelante es totalmente necesario. Esta es una de las claves de una navegación fluida.

 

Todo ello requiere mucho entrenamiento y dominio de muchas técnicas básicas y avanzadas. En ocasiones trabajaremos mediante entrenamientos técnicos dichas técnicas como mantener la dirección, simplificación, lectura de curvas, etc... Pero el método y la gestión de la carrera debemos tenerlo claro antes de salir a competir al bosque. Cuanto más entrenemos nuestro método, más lo dominaremos y más seguros estaremos para afrontar una competición sea del nivel que sea. Obviamente siempre van a poder pasar cosas y también tenemos que estar preparados para ellas, como son dudas, errores, influencias externas, tener que relocalizarnos e, incluso, el factor suerte. A pesar de ello, la base de la carrera tiene que ser esa, dejando que los demás factores ocurran lo menos posible, pero eso sí, teniendo constancia de ellos y estando preparado para afrontarlos. En una pirámide, similar a la pirámide de alimentación, podría quedar de la siguiente manera:

 

 

PIRÁMIDE DE LA GESTIÓN DE UNA CARRERA ORIENTACIÓN

Si basamos nuestra carrera en la base, estaremos afianzando nuestra correcta gestión o método de carrera, a pesar de que siempre habrá momentos en los que aparezcan las partes de más arriba de la misma. Debemos ser conscientes de ello para poder reaccionar adecuadamente.

Para terminar, se pueden establecer estos puntos clave como resumen: 

  • La preparación de las carreras de orientación deben estar basadas en aspectos físicos, técnicos y psicológicos

  • Mayor insistencia en la preparación técnica a menor edad y experiencia

  • Hay que dosificar adecuadamente las competiciones a las que asisten los corredores para que no supongan una carga física y psicológica inadecuada

  • Adquisición de rutinas de calentamiento y ser conscientes de que en la competición no se pueden experimentar cosas nuevas

  • Lectura de mapa-decisión-aplicación al terreno como base de carrera

  • Realizar la lectura de checkpoints que estén por delante en los momentos adecuados y a la velocidad adecuada

  • Ser conscientes y saber reaccionar ante circunstancias que se pueden dar en la carrera (partes más altas de la pirámide)